viernes, 19 de febrero de 2010

“El resultado en fútbol infantil atenta contra la formación”

Eduardo “Pino” Hernández, Coordinador General del Fútbol Infantil de Vélez, cuestionó el trabajo de algunos clubes en sus Divisiones Inferiores. Además denunció que “hay robo de jugadores y padres que les pegan a los árbitros”.
Por: Guillermo Tagliaferri

Con la autoridad que le da haber dirigido infantiles y juveniles durante aproximadamente dos décadas, Eduardo Pino Hernández, ex puntero derecho de Vélez, Platense y San Lorenzo entre otros y actual Coordinador General del Fútbol Infantil de Vélez, trazó un panorama sobre la raíz del fútbol argentino y denunció graves irregularidades que atentan contra la formación adecuada de los futbolistas del futuro. “Se está actuando mal. En el fútbol infantil están sucediendo cosas que atentan contra los objetivos fundamentales. El chico que da sus primeros pasos en el fútbol organizado es como un árbol que está a tiempo de que se le coloque un palo para que salga derecho; porque si crece torcido ya no tendrá solución. Pasan cosas que no se pueden creer, si no lo modificamos vamos a crear jugadores sin identificación con el fútbol argentino”.
Hernández cuestiona que “algunos clubes están muy pendientes de los resultados, sólo les importa ganar. Y a cualquier costo. Eso hace que la formación del chico, no sólo como futbolista sino lo que es más grave como persona, no sea la adecuada. Acá en Vélez obramos distinto. Por ejemplo, si el mejor jugador de una categoría comete algún acto de indisciplina el fin de semana queda excluido del equipo. Podemos perder el partido, pero ganamos en la formación a futuro. Nosotros tenemos una frase de cabecera que dice “el resultado en fútbol infantil atenta contra la formación”.
Puntualmente el entrenador cuenta que “si hay un tiro libre en mitad de cancha se lo hace patear al más grandote de físico porque tiene potencia para pegarle al arco grande. Eso en Primera no va a pasar, ese jugador seguramente no será el encargado de los tiros libres. Otro caso es mandar al marcador central si es fuerte para que patee los córners al corazón del área, pensando sólo en convertir; en el futuro ese central no va a ejecutar los tiros de esquina sino que seguramente será él quien vaya a cabecear. O pedirles que revienten la pelota desde abajo, lo ideal es que aprendan a salir jugando. Y así podría citar montones de jugadas que sólo apuntan al éxito inmediato”. Entre los cambios que pregona para el fútbol infantil figuran “achicar las canchas y los arcos para que los chicos estén en un hábitat más natural, usar pelota más chica para mejorar la técnica del jugador y fundamentalmente no jugar con tabla de posiciones en las categorías infantiles. Este último tema lo charlamos con Checho Batista, igual que poner menos énfasis en lo físico y sí en la técnica y el juego”.
-¿Existe el “robo” de jugadores infantiles?
-Sí. Lamentablemente es algo común y da un poco de bronca. El club poderoso hace la captación en base al dinero y perjudica al club más modesto. Es una selva, y así el chico es menospreciado. Pero es una realidad y difícil de evitar con tantos problemas sociales. No se puede criticar a la familia que necesita el dinero y son tentados. Hasta se dan casos de clubes que se llevan categorías completas. El baby fútbol perdió la esencia, antes los chicos jugaban en el club de su barrio, donde iban con sus vecinitos amigos. Hoy hay chicos de 6 o 7 años que les pagan para ir a jugar. Eso es perjudicial. En vez de jugar van a trabajar, ¿Cómo llegará su mente cuando tengan que entrar a Novena división?
-¿Los padres también pueden convertirse en un factor negativo?
-He visto cosas terribles. Padres que agarran de las orejas al hijo porque jugó mal. Lo que deberían hacer es consolarlo y explicarle que no pasa nada por un mal rendimiento o por perder un partido. A los cinco minutos tienen que olvidarse y estar jugando al metegol. También hay casos de padres que le pegan al árbitro por estar disconformes con un fallo. ¿Qué ejemplo les están dando a sus hijos? Así los pibes sufren y juegan con temor pensando en las reacciones negativas de sus papás.
-¿Es conveniente traer chicos del interior para sumarlos al fútbol infantil de un club de Buenos Aires?
-Otra aberración. Es una locura meter en una pensión a chicos menores de 14 años. Es quemar etapas. No se lo puede sacar del entorno de su familia, además nadie les garantiza que van a llegar a Primera, ni siquiera a Inferiores. Acá en Vélez lo que hacemos es invitar en las vacaciones a los chicos del interior que vemos con condiciones y si la familia está de acuerdo lo fichamos, pero mientras tanto siguen viviendo en sus lugares de origen.
Hernández, que en Vélez fue técnico desde infantiles pasando por inferiores y hasta interinamente en Primera, traza una paralela entre el fútbol y la educación. Pregona que “las infantiles son el Jardín de Infantes, le enseñas al chico a jugar, a trabajar en la motricidad fina. De Novena a Séptima divisiones son la Escuela Primaria: empiezan a manejar letras y números y en el fútbol los sistemas tácticos. De Sexta a Cuarta es la Escuela Secundaria: se van preparando para una profesión, aprenden a cerrar un resultado y ahí sí se les exige ganar, que es lo que se les va a exigir en la vida. Y la Primera es la Facultad, es el momento de recibirte de futbolista”.

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Fuente: Clarín.com
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1 comentario:

Anónimo dijo...

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